A veces llega el momento en que el mercado local está saturado, o simplemente sucede que algún casino online internacional simplemente tiene mayores opciones de pago y mejores promociones. Sea cual sea el caso, jugar en casinos extranjeros desde España se ha vuelto un tanto común.
¿Y la seguridad, qué? Esa es la incógnita que invade a algunos, porque si bien no todas las plataformas en el mundo serán iguales, ¿cómo saberlo? Pues es cuestión de mirar ciertos aspectos. En este artículo vamos a ver cómo identificar los casinos que vale la pena probar y cuándo es mejor salir corriendo.
Lo primero, y de cajón, mira la licencia del casino. Aunque para mucha gente esto es obvio, otros no le dan la importancia que merece a este aspecto. Un sitio con alguna licencia de Anjouan, Gibraltar, Curaçao eGaming, Malta Gaming Authority o la UK Gambling Commission, cuanto menos, ha superado alguna auditoría de seguridad. Eso sí, intenta verificar que la licencia sea auténtica.
Las auditorías mencionadas se pasan tras verificar la seguridad de los pagos, de los juegos y cualquier posibilidad de fraude.
En España, tenemos la Dirección General de Ordenación del Juego (DGOJ) para regular a los operadores de apuestas que aquí operan. Dicho esto, los casinos suelen pasar filtros aún más estrictos para cumplir las leyes locales; sin embargo, no controlan para nada los casinos fuera de España. Así que toca mirar que mínimamente tenga una licencia internacional. Aunque ya os adelantamos que ese es apenas el primer paso.
Un casino con licencia española te da lo que podríamos llamar “tranquilidad de casa” y garantía de atención al cliente en tu idioma, pagos en euros y, si pasa algo, puedes reclamar dentro del sistema español.
Los internacionales, en cambio, suelen ser más atrevidos. Ofrecen bonos más grandes, juegos nuevos, torneos continuos y menos límites. Por su parte, el jugador podría experimentar retrasos en sus pagos o requisitos de liberación de bonos más estrictos.
Ahora, no necesariamente un casino internacional será una mala experiencia o estafa. Hay muchos que operan de manera legítima, pero no todos. Es cuestión de investigar qué tanto peso tiene la marca, qué tanta legitimidad. Para ello, lee opiniones de otros usuarios o foros.
El mayor problema de jugar en casinos que no están regulados es que nunca sabes con quién tratas. Algunos parecen seguros, pero detrás no hay ni licencia ni control. Y claro, cuando toca cobrar, puede que ahí empiecen los dolores de cabeza.
Cómo identificar un casino internacional seguro
Hay criterios básicos de toda la vida que nunca dejan de ser útiles para darte cuenta de la realidad.
Ya lo hemos explicado antes, pero te lo repasamos con este esquema para que quede más claro.
| Lo que debes hacer | Lo que no debes hacer |
|---|---|
| Verifica que el casino cuente con una licencia emitida por una autoridad reconocida. | No juegues en sitios sin una licencia visible o con datos sospechosos. |
| Elige métodos seguros. | No uses medios de pago poco conocidos. |
| Lee los términos con calma. | No ignores los requisitos de apuesta. |
| Revisa reseñas en portales conocidos. | No pases por alto las quejas por retrasos o por fraude. |
| Busca soporte 24/7 y en varios idiomas. | No te fíes si solo ofrecen un correo genérico. |
| Prefiere sitios con políticas de juego responsable. | No ignores los límites ni juegues más allá de tus medios. |
Las opciones de pago que un operador ofrece pueden decir mucho en cuanto a seguridad. Los casinos que usan pasarelas de pago reconocidas suelen ser más fiables, ya que hay cierto indicativo de seguridad. PayPal, Neteller o incluso el uso de plataformas para criptomonedas conocidas son aspectos a considerar.
Si el casino solo acepta transferencias lentas o plataformas que nadie conoce, mal ahí. Y ojo, los tiempos de pago también son importantes. Un operador legítimo no debería tardar más de tres días en depositar tus ganancias. Si ves que pasan semanas o te piden documentos una y otra vez, algo no va bien.
En España, la ley dice que solo los casinos con licencia de la DGOJ pueden operar dentro del territorio. Ahora bien, jugar en uno extranjero no está prohibido, siempre que el sitio sea legal en su país de origen.
Lo que sí hay que tener presente son los impuestos. Si ganas dinero, Hacienda querrá saberlo. Y no importa si lo hiciste en un casino local o en uno de Malta, ya que para ellos las ganancias cuentan igual. También es importante que el sitio promueva el juego responsable, con límites y herramientas de autoexclusión. Los buenos operadores europeos suelen incluirlo y eso siempre es buena señal.
Al final, y ya para concluir, todo se reduce a tres aspectos: la licencia, las formas de pago y las opiniones. Sin embargo, las opiniones y reputación son lo que quizá tiene mayor peso en todo esto, ya que es el reflejo en la práctica de la legitimidad de dicho casino. Inclusive, la presencia de un operador en el mercado es importante para determinar su fiabilidad; por ejemplo, Stake no tiene regulaciones locales, pero la cantidad de usuarios que mueve y su presencia y trayectoria tanto en cobertura de eventos como patrocinador, la convierten en una opción más que obvia.
No es ilegal, pero esos casinos no están bajo la regulación española. Jugar en ellos implica menos protección y dependerás solo de las normas del país donde operen.
Verifica que tenga licencia reconocida y buena reputación entre los jugadores. Si ofrece pagos claros, soporte activo y conexión segura, suele ser confiable.
Primero, contacta al soporte del sitio y guarda pruebas de todo. Si no hay respuesta, puedes reclamar al mediador del casino o al procesador de pagos.
Sí, las ganancias deben declararse en el IRPF si superan ciertos límites. La Agencia Tributaria puede exigir comprobantes si detecta ingresos no declarados.
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